Un lector en Buenos Aires raya los libros. Los escribe, dibuja, marca. Usa distintas biromes y hasta resaltadores para marcar lo que le gustó. Un lector en Buenos Aires escribre frases al costado del texto…
Ese mismísimo lector moriría de verguenza si alguien lee lo que marcó o escribió. ¿Será por eso que no prestamos libros?
si, que vergüenza!
aun así creo que a veces dejo mensajes para futuras personas que sé que algún día lo leerán, y resulta gracioso cuando pasados los años alguien viene y me dice: que gracioso lo que pusiste ahí!
Gaby, que razón tenés.
Años atrás, leí, marqué, resalté y escribí en los márgenes de El Buda de los Suburbios.
Ese mismo verano, mi padre lo encontró olvidado y leyó, para luego comentarme, con una sonrisa un poco extraña: fue como entrar un poco en tu cabeza.
Y para mi, fue como que lea mi diario íntimo (pero de los veintitantos)
A veces mi marido hojea algun libro mio y yo me pongo muy incomoda, porque se que todos estan escritos… es como una invasión a la intimidad, pero tampoco le puedo decir, no toques la biblioteca…
Yo tambien escribo los márgenes de las hojas, pero en lapiz y si lo presto, borro.