Observé que mis amigos trataban de conquistar a las novias que yo iba dejando. Para mi desgracia, lo conseguían. No sé si gustaban de ello por el morbo de la reconquista o porque me tenían idolatrado.
Por venganza, comencé a salir durante cortas temporadas con muchas mujeres feas e insulsas, usándolas como pañuelos que arrojaba sin sentir ninguna culpa.
Actualmente mis amigos están casados con esposas feas. Yo soporto en mis carnes un currículum de seducciones de saldo negativo, pero, lo hago, con una sonrisa”.
José Ángel Barrueco
ingenioso, me gusto…