Un partidazo va caminando por la calle y le pregunta a la chica de largas piernas ortopédicas, ¿Tenés hora? Sí, dice la chica que levanta su muñeca y luce dos relojes. ¿Queres hora masculina u hora femenina? Masculina, responde él. La chica con piernas de plástico, sonríe, tiene a quién darle el reloj swatch de malla negra. Tomá, ya le cambié las pilas.
Ga.La.