– Al escribir, los recuerdos deben venir en un impulso: sólo así están bien. Recogidos con la voluntad se vuelven pedantes.
– Escribir significa escapar cada día a los brillantes bordes de la vida (sí, es siempre un escape, un escape de mí mismo): y las etapas de la escritura son: a) pienso en ti; b) te pienso. C) te escribo.
– A diferencia de lo que ocurre en la música y en la pintura, en la literatura nadie puede llegar a ser un maestro. En la literatura no existen obras maestras.
– El clasicismo no es un ropaje, es precisamente la constante transición hacia la desnudez.
– El arte sólo es tal, cuando el “cómo” brilla en la obra.
Peter Handke, “Historia del lápiz” (Península/Ideas)
Robado del Blog de Eduardo Berti. Vertigo.
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