No sé por qué nos miramos perplejos
cuando nos acordamos de algo que hicimos juntos
quizá nos sorprenda haber sido esos mismos
la memoria discute la memoria
toda experiencia trae algún cambio de cara
porque el yo tiene gajos
porque el tiempo es un reset
y de pronto alguien dice ¿te acuerdas?
entonces nos miramos
intercambiamos luces ruidos espejismos
y comprobamos lo impensable
¡era yo erás tú!
Este poema lo robé de No sé por qué, libro de poesía de Andrés Neuman que estoy leyendo. Con esta edición a Neuman lo edita por primera vez una editorial argentina antes que una española. Ediciones del Dock son quienes decidieron acompañarlo.
No sé por qué es el comienzo de cada uno de los poemas que se preguntan o afirman gustos, cadencias, negativas, a veces buscando explicación y muchas otras no. Con la sensación de que lo importante es preguntarse, indagar. Más que saber, no saber bien por qué. Y en ese no saber, a veces buscar y a veces dejar fluir y que en todo caso las respuestas vengan a buscarnos.
Hay algo muy interesante en este libro que te mantiene como lector aún más activo de lo normal. No tiene comas. Uno tiene que agrupar las palabras o frases según pueda o quiera. Neuman habla de ello en uno de sus poemas:
No sé por qué ponemos tantas comas las palabras razonan entre sí se agrupan se comportan como células la sintaxis no es una previsión sino una red con redes una pulsión combinatoria hay algo funcional en el azar hablar de eso.Más del autor en su web, o en su blog donde sube microrrelatos, poesía y reflexiones.