Desde sus comienzos, Apple siempre intentó pegarse a lo cultural, entendiéndolo como lo rebelde, lo creativo. A diferencia de otras compañías tecnológicas, Apple se acercó a la moda, el diseño, la literatura, la música y a los grandes íconos de la historia mundial. Ahora, dedica esta campaña a la poesía:
Lo hace con el dramatismo y entusiasmo que siempre tuvieron sus campañas, pero no igual. Falta Steve Jobs, the crazy one, el que hizo esta campaña, que es, en sí misma, poesía: