
La YPF del pueblo es el único lugar
abierto un domingo a esta hora
para un café.
El tiempo en gorras azules.
Vos casi no hablás
y eso me hace sentir mejor.
Me acerco a la basura,
levanto diarios que no quiero.
Debajo encuentro
una publicación a colores, dice:
Familia de zarigueyas…
Una se llama Marmosa Elegante
Thylams elegans.
Siento que es una criatura
en verdad muy hermosa.
***
La publicación,
tuve suerte de que
nadie más la quisiera
zarigüeya acuática o chichica
todo parece necesario
chichica
en la ypf del pueblo
marmosa común
mientras esperamos tu cuerpo
comadrejita patagónica
un viaje en kilómetros
zarigüeya de cuatro ojos
tu risa de cabeza para atrás
sabías todas las palabras del mundo
resolvías crucigramas en minutos
estarías ahora conmigo
escuchándome atenta
pronunciar
Myrmecobius fasciatus
sin reír
con suma atención.
***
La vida bajo las olas
está llena de burbujas
de algas teatrales
que acercan sombras frías,
pero la luz persiste al nado
y a la inercia del cuerpo
que conduce la corriente
a tus pies de cedro.
***
Preparo panqueques.
Me siento tranquila,
adulta.
La masa se desliza
conmigo
y no es eso
es la cadera
y cómo mis brazos
se balancean a la par
con una energía que fluye
adentro, orgánica.
El panqueque sale perfecto
y me arrastra al fondo
donde la sartén es un arma
y yo
todo lo aprendido.
***
Un puerto es un lugar de destino
también un origen.
Hogar de tránsito
refugio de tormentas.
Todo lo que el agua promete
no se vuelve amparo.
Lo que el fuego combate
brilla sin parar.
***
Próximamente, publica Huesos de Jibia
***
tapas(Lo que el agua promete)
tapas(Lo que el agua promete)
“Como Henry Michaux afirmara: “he visto el agua que se guarda de correr”, Gabriela Larralde, en palabras burbujeantes, aunque ellas mismas ya sean “parte del pasado”, insiste en provocar un aparentemente falso vacío posterior que se colma y calma con imágenes que se evaporan entre escamas de sed complementarias al propio fuego de la complicidad falsamente involuntaria”. Fernando Noy.
“Es un libro de destellos, fogonazos, casi como parpadear. Esos instantes donde se dice todo, así, de una vez, con la duración del obturador de una cámara. Nunca conoceremos la forma de despedirnos de las abuelas amadas. La poesía acaso las salude mientras a nosotros nos queda la rabia del silencio”. Julia Magistratti.
“Como si la vida no fuera más que la voluntad de la permanencia o la permanencia de la voluntad, los recortes de una familia se reúnen entre lo que vive y lo que muere. Somos un elemento parecido al aire. Enemigos del agua, pero calmos en ella. Mamíferos que buscamos el faro, ese origen. Gabriela lo encuentra en este libro. Ahora sí, sugiere, podemos saltar al agua”. Natalia Romero.
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Gabriela Larralde. Buenos Aires, 1985.
Publicó el libro de poesía Las cosas que pasaron (2013, Huesos de Jibia); Los Mundos Posibles, un estudio acerca de la Literatura LGBTTTI para niñxs, (2014, Título, Blatt & Ríos) y el libro de cuentos Soluciones Quirúrgicas (2015, Zona Borde). Participó en diversas antologías y publicaciones literarias y académicas.
Es docente de la carrera Artes de la escritura en la Universidad Nacional de las Artes (UNA). Organiza el ciclo de poesía Rumiar Buenos Aires desde 2013 y se desempeña como encargada de comunicación de la Red Federal de Poesía desde 2015. Es Licenciada en Ciencias de la Comunicación (UBA) y cursó periodismo en TEA. Trabaja como guionista, investigadora, y periodista para diferentes medios, marcas y empresas.